La Importancia del Apego
Cuando un bebé llega al mundo, se comienza a construir un vínculo indisoluble entre esta nueva vida y quienes le rodean.
El apego se refiere a un vínculo afectivo que se configura desde los primeros momentos de vida entre la madre y el recién nacido o la persona encargada de su cuidado. El apego seguro facilitará que los recién nacidos comiencen a explorar, conocer el mundo y relacionarse con otros, con la confianza de que la persona con quien se ha vinculado va a estar allí cuando lo necesite.
La principal función del apego es asegurar el cuidado, el desarrollo psicológico y la formación de la personalidad del niño o niña.
Existen distintos tipos de apego:
Apego Seguro: se caracteriza porque el niño o niña sabe que su cuidador es incondicional y por esa razón se siente confiado, querido y valorado. Los niños con apego seguro demuestran curiosidad por su entorno, son activos y se relacionan de manera confiada con quienes le rodean.
Apego Ansioso-Ambivalente: en este tipo de apego, el niño o niña no confía en sus cuidadores y se siente permanentemente inseguro, ya que sus cuidadores no siempre están totalmente disponibles para ellos. En general, estos niños y niñas exploran el ambiente con ciertas reservas y tratando de no alejarse demasiado de la figura de apego.
Apego Evitativo: es el tipo de apego en el que los menores asumen que no pueden contar con sus cuidadores. En el caso de los bebés, presentan distintas conductas de distanciamiento, no llorando cuando se separan de cuidador, interesándose solo en sus juguetes y evitando contacto cercano.
Apego Desorganizado: se refiere a cuando el niño o niña tiene una pérdida de confianza en su cuidador o figura vincular, e incluso puede sentir constantemente miedo hacia ésta. En este caso, se manifiestan conductas explosivas, destrucción de juguetes, reacciones impulsivas, así como grandes dificultades para entenderse con sus cuidadores y con otras personas.
Claramente el apego seguro es el que debemos promover con nuestros recién llegados, donde cuidadores y figuras vinculares, vayan formando el lazo que les entregue seguridad, estabilidad en las rutinas y acompañamiento en su crecimiento.